Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México

LA DECENA TRÁGICA:
UNA VERSIÓN PERIODÍSTICA ALEMANA[ 49 ]

Jesús Monjarás-Ruiz


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La contrarrevolución en México

México, 12 de febrero. Después de 7 horas la lucha callejera de ayer evidentemente quedó indecisa. Hubo cientos de muertos. Las mayores pérdidas se registraron en un ataque contra una batería de los rebeldes. Entre los heridos también se cuentan espectadores, niños y mujeres que, a pesar de la lucha, se expusieron al peligro.[ 50 ]

Nueva York, 12 de febrero. En la ciudad de México, como a las 9 horas, cayó una granada en la oficina cablegráfica. Un segundo proyectil demolió una esquina de dicha oficina y el club [norte]americano donde se encontraban muchos de sus miembros. Trescientos zapatistas entraron en la ciudad y atacaron a las tropas gubernamentales.[ 51 ]

Washington, 12 de febrero. A medianoche el presidente Taft convocó a una reunión del gabinete. En ella tomaron parte los secretarios de Estado Knox, Meyer y Stimson al igual que el jefe del Estado Mayor Wood y muchos altos oficiales del ejército y de la marina. La decisión de enviar otros tres buques de guerra muestra el efecto causado por la noticia de que el consulado general [norte]americano fue reducido a escombros y que el cónsul general tuvo que refugiarse en el edificio de la embajada. El Departamento de Guerra se mantiene preparado. La manera inmediata de actuar del presidente fue incluso acelerada por los rumores de que el embajador Wilson tuvo que huir. La titubeante actitud de [Félix] Díaz ha sido duramente criticada, ha perdido muchas simpatías y muestra la misma indecisión que en Veracruz.[ 52 ]

Nueva York, 12 de febrero. En la ciudad de México los rebeldes liberaron de la cárcel a 5 000 presos peligrosos. Las tropas gubernamentales reiniciaron la lucha a las 6 de la mañana. Los rebeldes utilizaron artillería de mayor calibre que ayer y dirigieron el fuego contra el Palacio Nacional y los edificios altos localizados en el centro del barrio comercial en cuyos techos las tropas federales emplazaron ametralladoras. Algunos de los cañones dispararon en la corta distancia de 4 manzanas, la mortal lluvia de balas de las ametralladoras azotó a toda la ciudad. Como a las 9 de la mañana los rebeldes avanzaron en dirección a Palacio Nacional. Los habitantes de la ciudad se proveyeron de acuerdo con sus posibilidades; para los pobres resulta imposible pagar los altos precios. El tránsito se encuentra interrumpido desde el domingo, todas las tiendas están cerradas y atrincheradas. Grupos de mujeres pobres siguieron a la caballería para recoger de la calle los granos de maíz que caen de los sacos-ración de los caballos. El cónsul general [norte]americano y su personal huyeron del edificio del consulado -que fue alcanzado por el fuego de artillería- para lo cual tuvieron que derrumbar la pared del edificio contiguo.[ 53 ]

Washington, 12 de febrero. El cuartel general hizo saber que han terminado los preparativos para el envío de un cuerpo expedicionario hacia México el cual abordará sus transportes en Newport. El que se adopten nuevas medidas de seguridad será decidido hoy de acuerdo con el desarrollo de los sucesos. Ahora se encuentran en aguas mexicanas dos contraalmirantes [norte]americanos, uno en la costa oeste y el otro en la este. Todos los buques que han recibido órdenes de operar en aguas mexicanas son barcos de primer rango, cada uno de ellos cuenta con una tripulación de cerca de 700 hombres. O sea que antes del fin de la semana el total de las tripulaciones de los barcos que se encuentran en aguas mexicanas ascenderá a 5 000. Los comandantes de los buques de guerra deberán tomar a su cargo la protección no sólo de los [norte]americanos, sino también la de europeos y asiáticos.[ 54 ]

Washington, 12 de febrero. Se hacen preparativos para enviar a 2 500 infantes de marina hacia Veracruz para la eventual liberación de los embajadores extranjeros. La 1a. brigada de la 1a. división del ejército, cuyos efectivos ascienden a 3 000 hombres, ha recibido órdenes de mantenerse preparada para una expedición.[ 55 ]

Nueva York, 13 de febrero. Desde la ciudad de México se informó que ayer en la tarde nuevamente hubo un intenso cañoneo entre las tropas federales y los rebeldes el cual continuó durante la noche. Los preparativos para la lucha decisiva han sido terminados. Los maderistas y las tropas federales utilizarán el jueves artillería pesada contra los rebeldes. Se asegura que durante la tregua del miércoles emplazaron sus cañones más cerca del arsenal ocupado por los rebeldes. Además de los muchos muertos y heridos se han registrado inmensas pérdidas materiales. Entre los heridos se halla un alemán de nombre Albert Blake, quien recibió un tiro que le atravesó un brazo. Se informó que hay más extranjeros heridos. Los extranjeros huyen hacia las cercanías de la embajada [norte]americana.[ 56 ]

Nueva York, 13 de febrero. Desde Washington se informó que, vía Laredo -Texas-, se recibió un reporte del cónsul [norte]americano en Monterrey en el cual dice que al sur de dicha ciudad se encuentra interrumpida la comunicación telegráfica. En caso de que se interrumpiera por completo la comunicación telegráfica entre la ciudad de México y el extranjero, el gobierno [norte]americano podría, de inmediato, usando sus infantes de marina, reestablecer la comunicación telegráfica entre Veracruz y la ciudad de México.[ 57 ]

Washington, 12 de febrero. Después de prolongadas deliberaciones con el presidente Taft el gabinete decidió que, en caso de que la situación en México empeore hasta el punto que se haga necesario el desembarco de tropas [norte]americanas, el presidente deberá someter la situación al Congreso en una sesión extraordinaria.
35 000 hombres del ejército y la marina se encuentran en estado de alerta.[ 58 ]

Nueva York, 13 de febrero. De acuerdo con un telegrama procedente de San Antonio -Texas-, el ferrocarril Southern Pacific recibió la comisión de mantenerse preparado para transportar tropas de dicho lugar hacia Galveston en la frontera mexicana.[ 59 ]

Kiel, 12 de febrero. El pequeño crucero Bremen terminó oportunamente su misión especial en Liberia y se encuentra nuevamente en la base este [norte]americana. El barco se halla hace doce días de nuevo en aguas de las Indias Occidentales. La revolución en México es una nueva evidencia de que el estacionamiento permanente de un barco de guerra alemán en Centroamérica es una necesidad ineludible. Por poco nuestro liceo flotante, el Viktoria Luise con sus inexpertos cadetes navales y sus marinos bisoños, tuvo que hacerse cargo de la protección de los alemanes que se encuentran en México. La fácil solución del incidente liberiano, después de la llegada del tercer buque, posibilitó al adecuado crucero Bremen llegar a las Indias Occidentales aún a tiempo. El Bremen cumplirá, en agosto de este año, 9 años de servicio político en América. Ciertamente ya es tiempo de que el Bremen sea protegido por un segundo barco.[ 60 ]

Nueva York, 13 de febrero. En la ciudad de México, desde el amanecer, se volvió a desencadenar muy violentamente la lucha. Desde Washington se informó que el presidente Taft considera la situación más grave que antes. La prevalente antipatía contra los Estados Unidos [de América] se manifestó por medio de un ataque que sufrieron en Acapulco dos oficiales del crucero Denver.[ 61 ]

Berlín, 13 de febrero. De acuerdo con un comunicado del embajador alemán en México, ningún alemán ha perecido en las luchas que han tenido lugar en la capital.[ 62 ]

La revolución en México

Washington, 13 de febrero. El presidente Taft está decidido a dejar en manos del Congreso la decisión sobre la intervención en México; se mantendrán 35 000 hombres listos para el avance. Para el sábado se encontrarán anclados en aguas mexicanas los siguientes buques de guerra, frente a Veracruz los barcos Georgia, Vermont, Nebraska y Virginia, bajo el mando del contraalmirante Fletcher, y los barcos Colorado y South Dakota en el Océano Pacífico frente a Acapulco. Cinco cruceros y cañoneras se encuentran en camino a Centroamérica. Asimismo, 10 barcos de guerra de la base de Cuba están listos como refuerzo. El centro de la ciudad de México debe estar convertido en un montón de escombros. El temor a la hambruna crece, ya que se ha interrumpido el abastecimiento de víveres a la ciudad. El saqueo ha comenzado. Con una grande preocupación se teme a los 300 prisioneros liberados por [Félix] Díaz, ya que "las brasas encienden la pólvora" y podrían provocar un levantamiento general contra los extranjeros. Ayer también recibió un balazo en un brazo un alemán de nombre Bland. En la actualidad viven en México
17 000 extranjeros.[ 63 ]

Nueva York, 13 de febrero. De acuerdo con un comunicado recibido de México, [Félix] Díaz obtuvo algunas ventajas cuando, ayer en la noche, se desencadenó la lucha por todas partes. Dirigió un fuego tremendo contra la ciudad, amplió la zona de combate y envió sus tropas en contra del palacio. Sin embargo, Madero permanece optimista y trabajó en palacio durante el cañoneo; mostró gran coraje y no se desconcertó. En Veracruz deben haber surgido nuevos alborotos. El gobierno se vio obligado a concentrar en la capital incluso a la policía de dicha ciudad con el propósito de que ayude a la derrota de [Félix] Díaz ya que se supone que hoy se reanudarán las hostilidades. Ayer en la noche abandonaron sus viviendas 600 [norte]americanos y otros extranjeros para buscar alojamiento fuera de la ciudad donde el peligro es menor. En dos días murieron 300 hombres y 1 500 resultaron heridos. Ayer en la noche reinaba la tranquilidad en la ciudad.[ 64 ]

México, 13 de febrero. La lucha se inició hoy a las 8 de la mañana con fuego de artillería de las tropas federales, el cual cubrió a los rebeldes con una lluvia de metralla. Los sublevados presentaron obstinada resistencia y dieron muestra de ser magníficos soldados. Las tropas gubernamentales utilizaron artillería pesada con gran eficacia. Madero manifestó la esperanza de obligar a rendirse a [Félix] Díaz al anochecer. La población ha huido o está oculta en las casas.[ 65 ]

Washington, 13 de febrero. Wilson, el embajador [norte]americano en México, informó que numerosos de sus conciudadanos y otros extranjeros, aterrados por la lluvia de metralla que alcanzó el barrio que habitan en la ciudad, buscaron refugio con él. El embajador les brindó asilo a cientos de personas. El Departamento de Estado le encargó al embajador ofrecer a los refugiados cualquier ayuda y protección hasta el límite de sus posibilidades.[ 66 ]

Washington, 13 de febrero. En vista de la peligrosa situación de los [norte]americanos y otros extranjeros en la ciudad de México, el embajador [norte]americano recibió órdenes de recabar 10 000 dólares del Departamento de Estado, mismos que deberán aplicarse para el auxilio de los extranjeros desamparados.[ 67 ]

Laredo (Texas), 13 de febrero. Hasta ahora no hay noticias sobre el paradero del tren de pasajeros que salió el martes en la noche de la ciudad de México rumbo al norte. Se teme por la seguridad de los viajeros ya que ese mismo día el tren que salió de aquí rumbo al sur sufrió un ataque fallido.[ 68 ]

Laredo (Texas), 13 de febrero. Los rebeldes deben haber incendiado la estación de los ferrocarriles mexicanos localizada en el centro de la ciudad. Los daños deben ascender a 4 000 000 de dólares. Un viajero procedente de la ciudad de México informó que muchos extranjeros se encuentran paralizados, sin medios en México ya que los bancos están cerrados desde el sábado pasado. Muchos extranjeros no tienen alimentos ni abrigo. Los empleados del ferrocarril hacen todo lo que está en sus manos para, cuando menos, encontrar morada para las mujeres y los niños.[ 69 ]

Washington, 13 de febrero. Hoy tuvo lugar una reunión conjunta de los departamentos de Guerra y Marina. La causa de la reunión fue el hecho sucedido ayer en Acapulco el cual, en los círculos oficiales, despertó temores acerca de la seguridad de los [norte]americanos. En las calles de Acapulco dos oficiales del crucero Denver fueron atacados por la chusma y resultaron ligeramente heridos. Se pudieron salvar a bordo de un barco que zarpó para Acayutla. El ataque no se puede explicar más que como una consecuencia del odio contra los [norte]americanos.[ 70 ]

La Habana, 13 de febrero. El gobierno cubano envió al crucero Cuba con infantería y artillería hacia México a fin de proteger a los cubanos.[ 71 ]

Nueva York, 14 de febrero. La lucha en la ciudad de México se ha extendido a un ámbito mayor. Durante la noche del 13 [Félix] Díaz repartió sus tropas en el arsenal y en los barrios aledaños de la ciudad. Estos destacamentos sorprendieron a las tropas federales que avanzaban. Las tropas gubernamentales ocuparon más edificios y obligaron a numerosos [norte]americanos con sus niños a salir a las calles, entonces éstos huyeron hacia la sobrecargada embajada [norte]americana donde, a manera de protección contra las balas perdidas, se colocaron mantas y colchones. El fuego de artillería tiene efectos terriblemente destructores. Miles de familias mexicanas buscaron protección en las plantas bajas y en los sótanos mientras que la continua lluvia de balas atravesaba las paredes de las casas y edificios. Como consecuencia del reforzamiento de las tropas federales y del continuo fuego de artillería, los rebeldes concentraron su fuego en contra del Palacio Nacional y el centro de la ciudad. Desde las casas los francotiradores de [Félix] Díaz acribillan a los soldados del gobierno. La estación cablegráfica ha sido continuamente alcanzada. Una granada traspasó la pared del hotel Cardin. A las dos de la mañana los rebeldes arrastraron una batería varias calles y la emplazaron en la calle de Independencia. Con ella bombardearon a la batería de los federales colocada cerca de la iglesia de San Diego, junto al edificio del Mexican Herald. La puntería de los rebeldes es sorprendente. Los destacamentos de la Cruz Blanca se hacen cargo de 1 200 heridos. La Cruz Roja aún no da informes. Varios miembros de la Cruz Blanca fueron sorprendidos transportando municiones por lo que fueron ejecutados por los partidarios de [Félix] Díaz. Quinientos [norte]americanos se encuentran a la intemperie. En Washington se encuentran 34 000 soldados [norte]americanos en estado de alerta. Se dice que el gobierno [norte]americano titubea en atacar ya que teme que el hacerlo represente el inicio de una larga guerra.[ 72 ]

México, 13 de febrero. La por varias horas prolongada lucha de hoy fue básicamente un duelo de artillería, sólo ocasionalmente decrecía el nutrido bombardeo. 7 000 hombres del ejército federal disparaban contra las posiciones de los porfiristas, las cuales estaban ocupadas por 3 000 hombres, con mayor violencia que los días anteriores. Las granadas caían en medio de la ciudad, algunas atravesaron la pared de la biblioteca del club [norte]americano y cayeron en el edificio de la embajada [norte]americana. A pesar del mortífero fuego las posiciones de los rebeldes permanecen igual de fuertes. Parece ser que los sublevados se muestran muy ahorrativos con las municiones. A media noche los rebeldes adelantaron un poco sus posiciones. Sus cañones pesados continuaron bombardeando el centro de la ciudad y el Palacio Nacional; más tarde éste también recibió fuego desde el suroeste, en donde -durante la noche- [Félix] Díaz había colocado destacamentos. Al mismo tiempo, desde las casas, se abrió fuego en contra de las tropas federales que avanzaban. En la ciudad fue aniquilado un destacamento de las tropas federales. El problema de los abastecimientos se ha vuelto crítico tanto para los civiles como para los soldados.[ 73 ]

México, 13 de febrero. Como consecuencia de lo inapropiado de sus posiciones le es imposible a las tropas de [Félix] Díaz conseguir refuerzos. Sus efectivos, hasta el momento, han descendido a 2 500 hombres, en tanto que los de las tropas federales aumentaron, durante la noche, a 7 000 hombres y se les sumaron 2 piezas de artillería pesada. Los zapatistas no parecen haber hecho ningún intento para ayudar a los rebeldes a pesar de que las tropas federales que se encontraban desplazadas en su contra en su mayoría han sido reconcentradas en la capital. En los círculos gubernamentales se da por cierto el que, en último caso, los zapatistas apoyarían más bien a Madero que al sobrino del anterior presidente, el cual se ha mostrado inflexible con ellos. Los extranjeros de la ciudad junto con los nativos se han refugiado en casas que ofrecen poca seguridad.[ 74 ]

México, 13 de febrero. A lo largo de toda la línea se suspendió el fuego en ambos bandos a las 14:20 horas (10 de la noche en Europa Central). A esta hora los rebeldes deben haber tomado posesión de la estación del ferrocarril de San Lázaro.[ 75 ]

Nueva York, 14 de febrero. Desde México se informa que, según informadores imparciales, Félix Díaz logró el jueves importantes ventajas, las que alcanzó cuando, poco antes del anochecer, los rebeldes derrotaron a una considerable fuerza de las tropas federales que atacaban al arsenal. El intercambio de disparos del jueves produjo fuertes pérdidas. Murieron muchas mujeres [norte]americanas. El muy preciso fuego de las ametralladoras de los rebeldes produjo cuantiosas pérdidas a los federales. En algunos lugares de la ciudad el fuego cesó al anochecer. Sin embargo, se da por hecho el que [Félix] Díaz volverá mañana (viernes) temprano a recibir el día con un ataque al Palacio Nacional. Desde Puebla se informó que poderosas fuerzas se encuentran camino a la capital para ayudar a [Félix] Díaz.[ 76 ]

Nueva York, 14 de febrero. Para evitar un ataque político los Estados Unidos tienen la intención de, en México, proteger únicamente los intereses [norte]americanos. Sin embargo, los buques de guerra [norte]americanos han recibido órdenes de que, cuando sea necesario y de acuerdo con las posibilidades, también protejan a no [norte]americanos.[ 77 ]

Nueva York, 14 de febrero. Desde la ciudad de México se informó que hasta el medio día y a pesar del mortífero fuego de artillería, parece que ningún bando ha logrado ventajas dignas de mencionarse. Desde el amanecer, abrumados por el peso de sus enseres, los pobres habitantes de la ciudad abandonaron los barrios que se encuentran entre el arsenal y el Palacio Nacional.[ 78 ]

México, 14 de febrero. El quinto día de feroz lucha en la capital llegó a su fin sin que, al anochecer, hubiera logrado alguna ventaja ninguno de los bandos. Las granadas revolotean por todas las calles principales y hacen impacto tanto en las casas privadas como en los edificios públicos a que estaban destinadas. Los proyectiles de las ametralladoras volaron hacia todos los rincones de la ciudad. Los edificios de las legaciones cubana y belga están tan destruidos que sus habitantes huyeron. El consulado francés tuvo que trasladar sus oficinas a la legación. El gobierno y los rebeldes se han empeñado en continuar la lucha hasta sus últimas consecuencias. Como resultado de esto, el embajador cubano ha pedido al gobierno autorización para alquilar trenes especiales mismos que deberán llevar a los cubanos a Veracruz desde donde podrían continuar el viaje en barco. Otros embajadores desean seguir el ejemplo. Ayer en la tarde, en las últimas horas de lucha, un destacamento de las tropas gubernamentales atacó el arsenal, sin embargo fue rechazado y sufrió cuantiosas pérdidas.[ 79 ]

México, 14 de febrero. Hoy en la mañana, a las 5:45 horas, los rebeldes volvieron a iniciar la lucha. Pronto, cerca de las 8 de la mañana, cinco manzanas cercanas al Palacio Nacional fueron destruidas por el fuego de artillería de los sublevados; algunos de sus habitantes resultaron muertos. Una granada destruyó el convento situado detrás del Palacio Nacional. Madero nuevamente envió un ultimátum a [Félix] Díaz, éste contestó con una lluvia de proyectiles.[ 80 ]

Nueva York, 14 de febrero. De acuerdo con informaciones procedentes de la ciudad de México, Madero le pidió dos veces al embajador [norte]americano que desalojara la embajada ya que las tropas federales deseaban emplazar cañones en dicho lugar. El embajador rehusó aceptar las peticiones. La casa particular de Madero se encontraba hoy envuelta en llamas. El cuerpo de zapadores ha colocado dinamita bajo las casas localizadas entre el Palacio Nacional y el arsenal a fin de, después de volar cuatro manzanas, poder disparar más libre y efectivamente al arsenal; [Félix] Díaz ha aumentado el fuego contra el Palacio Nacional después de prevenir a los civiles. El cañoneo sigue en forma ininterrumpida.[ 81 ]

Washington, 14 de febrero. Informes del embajador [norte]americano Wilson, procedentes de la ciudad de México, hacen saber que los extranjeros residentes en dicho lugar parecen estar decididos a permanecer en la zona de peligro con tal de observar la lucha. Cada vez que sobrevenía una pausa en la lucha Wilson enviaba automóviles por toda la ciudad para llevar a los no combatientes a zonas fuera de peligro. El embajador se vio imposibilitado de llevar a cabo sus órdenes de sacar
10 000 dólares que le enviaba el Departamento de Estado ya que en la ciudad de México se han paralizado las actividades bancarias.[ 82 ]

Nueva York, 14 de febrero. Desde la ciudad de México se informó que, de acuerdo con observadores imparciales, los rebeldes obtuvieron algunas ventajas en la lucha de hoy y que sus bajas fueron relativamente reducidas. Los rebeldes cuentan con una gran reserva de municiones. 400 rurales se encontraron frente al embajador alemán, no sabían por qué lado pelear, su comandante estaba -en ese momento- negociando con [Félix] Díaz. Al mediodía cesó el fuego de artillería para darle oportunidad a la Cruz Blanca de recoger a los muertos y heridos. El correo está cerrado.[ 83 ]

Nueva York, 15 de febrero. De acuerdo con un informe procedente de la ciudad de México, Madero renunció. Posiblemente De La Barra, quien ocupó el puesto transitoriamente después de la renuncia de Porfirio Díaz, sea nombrado nuevamente presidente provisional. También el ministro del Interior (el primer ministro según usos europeos) Hernández presentó su dimisión.[ 84 ]

Nueva York, 15 de febrero. Aparentemente el destino de Madero y el de su gobierno se encuentran en manos del Senado, el cual fue llamado a reunirse en la madrugada de hoy. La renuncia de Madero terminó con las hostilidades. Hoy en la mañana De La Barra expresó la posibilidad de que sea elegido presidente provisional, asimismo hizo público que no existe necesidad de que vuelvan a romperse las hostilidades. Más tarde Félix Díaz visitó a Madero. Sin embargo, esta entrevista no condujo a ningún resultado.[ 85 ]

Washington, 15 de febrero. Según noticias recibidas desde la ciudad de México, la situación allá es desesperada. La pretensión del dirigente de los rebeldes [Félix] Díaz de ser reconocido como parte beligerante ha sido rechazada por el embajador Wilson. El edificio de la embajada [norte]americana recibió muchos disparos. Madero fue herido en la pantorrilla por una esquirla.[ 86 ]

México, 15 de febrero. Un destacamento del vigésimo regimiento de infantería que se encontraba entre el Palacio Nacional y el arsenal se amotinó, los oficiales fueron asesinados y la tropa trató de unirse a [Félix] Díaz. Sin embargo, los insurrectos fueron sometidos y 40 de ellos fueron conducidos a Palacio.[ 87 ]

Washington, 15 de febrero. El embajador [norte]americano en México informa que grandes explosivos y otros proyectiles alcanzaron repetidas veces los edificios de las legaciones alemana y francesa. El viernes estuvieron escasas las provisiones en la embajada [norte]americana. La servidumbre se las ingenió para pasar a través de la línea de fuego para proveerse de lo más necesario en los barrios aledaños. Se dijo que las demás legaciones se encuentran en una semejante situación desesperada.[ 88 ]

Kiel, 14 de febrero. El movimiento revolucionario en México, tomando en cuenta su expansión, es inmenso. El crucero Bremen, bajo el mando del capitán de fragata Seebohm, se hará cargo de la protección de los alemanes en la costa este. Los súbditos del imperio [alemán] que se encuentran en la costa oeste están en peor situación. En la base del oeste americano no se halla anclado ningún crucero alemán. En caso de que en este último lugar surjan agresiones en contra de los alemanes, allí no se encontrará ningún buque de protección. La ley naval de 1898 establece que en las costas este y oeste de América deben permanecer un crucero grande y tres pequeños, mismos que tienen que cumplir servicio político. Desde hace medio siglo nos encontramos muy lejos de contar con tal guarnición. A pesar de que el envío de un buque de protección hacia el oeste americano es muy necesario, no se ha previsto el reforzamiento de nuestra flota en América.[ 89 ]

México, 15 de febrero. De La Barra, probable sucesor de Madero, ha abandonado la legación inglesa en la cual se había refugiado. El general Huerta, ayer a las 18:00 horas, ordenó a las tropas federales suspender el fuego. Los daños ocasionados por el tiroteo de ayer no fueron tan grandes como los de los días anteriores. Debido a que los personajes encumbrados en México saben que la continuación de las hostilidades conduciría a una intervención extranjera, se dan todo el trabajo que pueden para lograr un arreglo de la disputa. De La Barra estuvo presente, ayer en la tarde, en compañía del embajador español, en el arsenal y en Palacio. Sobre la naturaleza de sus entrevistas con Madero y con [Félix] Díaz no dijo una palabra, sin embargo expresó una emotiva esperanza de que las hostilidades pueden darse por terminadas. [ 90 ]

Nueva York, 15 de febrero. De acuerdo con un informe del Sun, procedente de México, a la media noche las tropas federales reiniciaron el ataque contra las de [Félix] Díaz. Madero se niega a renunciar si el Senado no se lo pide.[ 91 ]

Nueva York, 15 de febrero. La información dada ayer por el embajador británico en el sentido de que Madero había renunciado se basaba en la visita de De La Barra a Madero y al cese al fuego que la siguió. Cerca de las 3 de la mañana comenzó un cañoneo que duró 3 horas, los fogonazos de los cañones y el retumbar de las granadas explosivas provocaron un extendido pánico entre los habitantes de la ciudad. En el transcurso de la noche Díaz adelantó los emplazamientos de las baterías que se encontraban en la colonia Juárez, habitada por extranjeros.[ 92 ]

Nueva York, 15 de febrero. Desde la ciudad de México se informó que, cerca de las 8 de la mañana el fuego de artillería de los rebeldes se extendió en todas direcciones. Granadas de grueso calibre cayeron en el Palacio Nacional. De La Barra intentó, en vano, concertar un armisticio. [Félix] Díaz insiste en la renuncia del gabinete de Madero. De La Barra aludió al peligro de una intervención. Se informó que el Senado forzará la renuncia de Madero. El embajador mexicano en La Habana intentó conseguir el permiso para que infantes de marina cubanos desembarquen en Veracruz a fin de proteger su embajada en la ciudad de México.[ 93 ]

Washington, 15 de febrero. La renuncia de Madero produjo aquí, tanto en los círculos oficiales como entre el pueblo [norte]americano, un gran alivio ya que por todos lados se tiene la seguridad de que no se cuenta ni con fuerzas ni con medios de transporte suficientes. El Sun dice que los círculos oficiales de Washington no deseaban pensar en la posibilidad de que [en México] llegara al poder un gobierno incluso peor que el de Madero. El Times piensa que el alivio sentido en Washington sólo podría ser superado por el experimentado por los extranjeros residentes en la ciudad de México. Madero es un incapaz, débil y nervioso, [Félix] Díaz posiblemente sólo sea un puro aventurero, pero De La Barra es uno de los hombres más dignos de confianza, lo que México necesita [es] un Porfirio [Díaz] o un Roosevelt. De acuerdo con un informe del Sun, Madero se encontraba preparado para la fuga desde antier y hubiera entregado su renuncia al embajador británico quien, tan pronto Madero se encontrara fuera de la ciudad, debería entregársela al Senado. Madero, para ese momento, ya debería haber abordado, junto con su familia, un buque de guerra extranjero. El embajador inglés debe haber repetido frente a Madero y al ministro del Exterior, Lascuráin, un enérgico discurso en el cual debe haberse pronunciado por que De la Barra sea el sucesor. Las masas en la provincia se pronunciaron en favor de la dimisión de Madero, esto lo muestra sobre todo la adhesión a los rebeldes de los habitantes del gran estado de Puebla. Los últimos informes del embajador Wilson describen la situación que reina en la ciudad de México como espantosa. El número de muertos y heridos es inmenso. El edificio de la embajada norteamericana, al igual que los de la alemana y francesa, deben haber recibido numerosos impactos. Los embajadores belga y cubano deben haberse visto obligados a evacuar sus domicilios oficiales.[ 94 ]

México, 15 de febrero. El cañoneo al Palacio Nacional fue contestado por las tropas federales con un intenso contrafuego que duró toda la noche del sábado.[ 95 ]

Washington, 16 de febrero. El presidente Taft convocó ayer a dos reuniones del gabinete. La causa de ello no fue dada a conocer; sin embargo, se dice que Taft debe haber recibido un mensaje de Madero en el cual éste le suplica que todavía espere antes de ordenar una intervención. La súplica la motivaron los rumores de que Taft debe haber comunicado al embajador británico que estaba decidido a enviar tropas. Dichos rumores fueron considerados como muy perjudiciales ya que pueden hacer que se encienda el odio contra los [norte]americanos, el cual, debido al discurso del senador Camacho en el que dijo que éstos venían, se encuentra bastante inflamado. En caso de que los [norte]americanos se decidan a invadir, nunca abandonarán la ciudad de México. El país se ha perdido debido a la egolatría de Madero y a la política imperialista del Coloso del Norte, dijo Camacho, además de que la decisión del Senado que solicitaba la renuncia de Madero no pudo ser entregada ya que Madero no recibió a los senadores, lo que provocó la exasperación de éstos. La declaración de Madero de que prefería morir a renunciar surgió de una conversación nocturna de Madero con los espíritus de Napoleón y Benito Juárez, mismos que le aconsejaron resistir. Aquí se supone que, fundamentalmente, fue el comunicado de Taft, de no atacar, el que provocó el repentino cambio de opinión de Madero. Lo que representa un paso decisivo de los [norte]americanos para aclarar la situación. La autodeclaración de Emilio Vázquez Gómez como presidente demuestra que los rebeldes del norte no están ligados con Díaz, cuya posición en la ciudad de México se considera ahora absolutamente asegurada.[ 96 ]

México, 15 de febrero. De la Barra, en compañía del comandante de las tropas federales, general de brigada Felipe Ángeles, se dirigió a Madero y, después de una entrevista, obtuvo el permiso de hablar con [Félix] Díaz sobre un armisticio y acerca del nombramiento de una comisión de ambos bandos para que reflexione sobre un arreglo de la situación. Así, se dirigió a las posiciones de los rebeldes y le hizo ver a [Félix] Díaz la necesidad de llegar a un armisticio ante la amenaza de una intervención extranjera. [Félix] Díaz se mostró conforme con lo anterior, sin embargo puso como condición para iniciar las negociaciones de paz que Madero, el vicepresidente Suárez y todo el habiente renuncien previamente. De La Barra manifestó que no sabía que Madero tuviera la intención de renunciar; sin embargo, dijo que se le había tratado el asunto a Madero. El resultado de la conferencia le fue comunicado a Madero. Los cañones de los rebeldes abrieron violento fuego el cual fue enérgicamente contestado por los federales. El prolongado cañoneo significa que Madero está decidido a no renunciar.[ 97 ]

México, 15 de febrero. Después de una reunión secreta del Senado, la mayoría de sus miembros decidieron pedirle su renuncia a Madero. El fuego en contra de las posiciones de las tropas federales y del Palacio Nacional duró toda la tarde.[ 98 ]

México, 16 de febrero. Ayer, cuando los senadores se presentaron a pedirle su renuncia a Madero éste no se encontraba presente, estaba en la línea de fuego. Como se dijo, Madero estuvo ausente, a propósito, de la reunión del Senado. Él le aclaró al embajador español que prefería morir a renunciar. Un miembro del Senado dirigió un discurso al pueblo en el que declaró que Madero está derrotado y que se encuentra en puerta una intervención de los Estados Unidos con el fin de proteger a los extranjeros. Otro senador se dirigió a [Félix] Díaz buscando convencerlo de establecer un armisticio. [Félix] Díaz repitió su exigencia de que antes debía renunciar Madero. El Senado en su mayoría está en favor de hacer un llamamiento al pueblo en el cual se diga que existe la amenaza de una intervención [norte]americana en caso de que no se restablezca el orden lo más rápidamente posible. Madero solicitó al presidente Taft que no se mezcle en la situación mexicana hasta que él sofoque la rebelión. Taft respondió con un señalamiento sobre la necesidad de velar por la seguridad de los extranjeros si se posterga la intervención.[ 99 ]

Nueva York, 15 de febrero. Según noticias procedentes de México, los senadores declararon que Taft telegrafió anunciando el envío de tropas de marina para proteger a los extranjeros, lo que de ninguna manera significa una intervención.[ 100 ]

Washington, 16 de febrero. El presidente Taft y el secretario de Estado Knox declararon, telegráficamente, que no serán enviadas tropas de marina a México. Aquí causó gran alboroto el ver marchar por las calles a las compañías de los infantes de marina. Se suponía que se dirigían a México. Sin embargo, en realidad, únicamente iban de regreso a sus cuarteles.[ 101 ]

Nueva York, 16 de febrero. Desde la capital mexicana se informó que una característica táctica de los rebeldes es disparar a los puntos más altos de los edificios para derribar a los soldados federales desde gran distancia. Estos disparos de precisión son responsables de muchas muertes entre la población civil, entre otras por la del [norte]americano Meredith que falleció cuando, desde el techo de su casa, observaba el duelo de artillería. Se dice que debe haber estallado otra bomba cerca de la embajada norteamericana. La noticia de que, cuando el líder de los rebeldes norteños, Emilio Vázquez Gómez se autonombró presidente, trajo un cambio en la situación que causó excitación. El armisticio ha posibilitado el reaprovisionamiento de la capital, a los partidos beligerantes no les está permitido fortalecer sus posiciones.[ 102 ]

Nueva York, 16 de febrero. De acuerdo con un reporte de la ciudad de México, el armisticio se prolongó hasta las 8 horas de la noche del lunes.[ 103 ]

Nueva York, 17 de febrero. La rígida manipulación de la censura impide que se filtren noticias de la capital. Únicamente se dio a conocer que el armisticio fue roto al medio día del domingo y que se ha iniciado una nueva lucha. No se sabe quién es el responsable del rompimiento. Sin embargo se supone que la nueva negativa de Madero a renunciar a la presidencia haya sido la causa de la reanudación de la lucha. [ 104 ]

México, 17 de febrero. Hoy en la tarde se dio por terminado el armisticio y la lucha se reinició con mayor encono por ambas partes.[ 105 ]

Washington, 17 de febrero. Madero telegrafió al presidente Taft que no existe ningún peligro para los ciudadanos estadounidenses siempre y cuando éstos se alejen de las zonas peligrosas; el gobierno se hace responsable por las pérdidas materiales que sufran los extranjeros y le suplica a Taft que no efectúe ningún desembarco de tropas en el país, ya que ello traería terribles consecuencias y haría que la situación se volviera aún más grave. El gabinete de los Estados Unidos se reunió el lunes en la mañana y, como respuesta a la súplica de Madero, telegrafió una declaración sobre la política que seguirán los norteamericanos, que será la misma de los dos últimos años. Según un telegrama enviado desde México, el embajador Wilson tuvo una entrevista sobre la situación el domingo en la mañana con sus colegas inglés, alemán y español. El automóvil que debía recoger al embajador inglés fue alcanzado por disparos hechos por los federales, a pesar de que en él iban un coronel y seis soldados del gobierno.[ 106 ]

Nueva York, 17 de febrero. Según un despacho procedente de México se dice que Madero, en una declaración pública, debe haber dado por terminado el armisticio ya que durante la tregua los rebeldes cambiaron los emplazamientos de su artillería. Las tropas federales no tuvieron más remedio que contestar el fuego. La feroz batalla duró desde las 8 de la mañana hasta hoy al medio día, en ella se intercambió un nutrido fuego de artillería. Después se redujo su intensidad para convertirse en un intercambio de disparos de armas ligeras. Muchos extranjeros han salido rumbo a Veracruz.[ 107 ]

Nueva York, 18 de febrero. Desde México se informó que la feroz lucha que duró todo el lunes produjo muchas bajas. Los rebeldes ganaron terreno. Las tropas federales se prepararon en la tarde del lunes para emplear bombas explosivas. Un grupo de rebeldes que iban a colocar unas bombas fueron sorprendidos por un automóvil gubernamental y resultaron muertos. Gran número de respetados mexicanos fueron aprehendidos bajo la acusación de apoyar al líder de los rebeldes.[ 108 ]

El Paso (Texas), 17 de febrero. El líder de los rebeldes, Juan Varrón [?], fue ejecutado, junto con 20 de sus partidarios, el domingo en el estado de Chihuahua.[ 109 ]

Washington, 17 de febrero. La contestación de Taft a Madero fue hecha en un tono amistoso pero enérgico. En ella Taft le hace saber a Madero que se encuentra mal informado sobre la política de los Estados Unidos frente a México y que la noticia de que ya se habían girado las órdenes para un desembarco de tropas [norte]americanas es falsa. Además, Taft expresó su honda simpatía por el "seriamente afligido pueblo mexicano", aunque al mismo tiempo enfatizó que los ciudadanos [norte]americanos y sus propiedades deben ser protegidos y respetados. Para terminar, Taft dijo que considera su deber decir sinceramente y sin reservas, que los sucesos de los últimos años han alcanzado en la actualidad su punto más alto. La sumamente amenazante situación actual despierta en los Estados Unidos el más extremo pesimismo y, como consecuencia, el convencimiento de que el mayor deber de los Estados Unidos es ponerle remedio lo más pronto posible.[ 110 ]

Washington, 17 de febrero. Los acorazados Vermont y Nebraska arribaron a Veracruz. Así, el número de marineros e infantes de marina disponibles se eleva a
2 500. El vapor de transporte Meade recibió órdenes de trasladarse inmediatamente de Newport News hacia Filadelfia. En diferentes bases de la costa atlántica se han girado órdenes para que envíen pequeñas unidades de infantes de marina hacia Filadelfia. En dicho lugar deberán reunirse 2 000 hombres que serán enviados a Guantánamo (en Cuba). Si bien en los círculos oficiales no se dice nada sobre el desarrollo del asunto, es evidente que los departamentos de Guerra y Marina toman providencias para cualquier eventualidad. El secretario de Estado Knox ha comunicado a todos los consulados en México que dejen bien claro al pueblo que la política de los Estados Unidos hacia México sigue invariable. Dicho anuncio es consecuencia de noticias oficiales sobre actividades hostiles hacia los yanquis originadas por los informes sobre una intervención de los Estados Unidos.[ 111 ]

Washington, 17 de febrero. Desde ayer a las 5 de la tarde los telégrafos se encuentran bajo estricta censura del gobierno, por ello las noticias llegan muy mutiladas, lo que les quita su valor. El gobierno [norte]americano está decidido a dejar abiertos los telégrafos para las necesidades oficiales. La tercera reunión del gabinete celebrada a la media noche se disolvió debido al rompimiento del armisticio, el cual se atribuyó a Madero. Tan pronto como [Félix] Díaz descubrió los trabajos que se efectuaban para abrir trincheras y asentamientos de cañones abrió fuego sobre ellos. Cerca de mil [norte]americanos y extranjeros fueron llevados a lugar seguro, las mujeres y los niños deben haber sido embarcados en Veracruz. El gobernador Conquit solicitó la intervención de los Estados Unidos ya que la situación en la frontera se ha tornado imposible. Él desea enviar a todas las tropas del estado para que crucen el río Grande. Cálculos conservadores estiman que ha habido 1 500 heridos y 1 200 muertos. Raúl Dehesa, yerno del actual ministro mexicano de Guerra, quien se encuentra ahora en Nueva York, declaró en una carta aparecida en el Sun que el pueblo está cansado de Madero y que su salida es inevitable; pero que Madero es obstinado y puede ser expulsado sólo mediante la acusación de haber tenido una pésima administración. Desgraciadamente la segunda cámara está llena de partidarios de Madero por lo que la inculpación del Senado apenas si será tomada en cuenta. El general bandido, Zapata, fue acorralado una vez más, sin embargo Madero intercedió por él y lo nombró el general más querido. Madero se enojó debido a las proposiciones de los diplomáticos extranjeros y fue por eso que protegió a Zapata. En Washington se cree que ahora se renovarán las proposiciones, aunque esta vez apoyadas con todo el peso del gobierno [norte]americano.[ 112 ]

Nueva York, 17 de febrero. La ciudad mexicana de Matamoros, que hoy en la mañana cayó en manos de los rebeldes sin oponer resistencia, es la segunda ciudad fronteriza ocupada por los rebeldes. Noticias de la mayor parte de México dicen que el pueblo espera el desenlace de la lucha que se libra en la capital antes de declararse a favor de alguno de los líderes. Según un telegrama procedente de San Antonio (Texas), el tercer regimiento de caballería estacionado en Houston recibió órdenes desde Washington de mantenerse preparado para ser enviado a Galveston.[ 113 ]

Nueva York, 17 de febrero. Desde Washington se informó que la respuesta de Taft a Madero no contiene ninguna promesa de que [Norte]américa no intervendrá. Entre tanto continúa la movilización de tropas, de especial significación fue el envío de dos mil infantes de marina hacia Guantánamo. Tres destructores arribaron a Veracruz. En un mensaje, Wilson aclaró que [Félix] Díaz adelantó sus posiciones y que sus pérdidas son de poca consideración. Asimismo se informó que el ferrocarril de Monterrey a Laredo cayó en manos de los rebeldes. El transporte de mercancías se encuentra paralizado. El gobierno mexicano prohibió la aparición del Mexican Herald, periódico [norte]americano que se publica en la ciudad de México. Toda la tarde hubo intenso fuego de artillería. No se hicieron disparos contra la embajada [norte]americana y sus alrededores. Gran número de estadounidenses se dirigen a Veracruz.[ 114 ]

Nueva York, 17 de febrero. Según noticias procedentes de Veracruz, al amanecer nuevamente se inició la lucha en la ciudad de México. La censura no permite pasar ninguna noticia sobre el levantamiento. Desde Brownsville, en Texas, se informó que los rebeldes tomaron el poblado de Matamoros. En Washington no se han recibido más noticias del embajador Wilson. En su respuesta a Madero, Taft acentuó la importancia de un pronto restablecimiento de la paz.[ 115 ]

Nueva York, 18 de febrero. Desde México se informó que De la Barra será apresado bajo la acusación de haber tomado parte en el levantamiento. Los rebeldes han adelantado nuevamente sus líneas. Madero ha dicho a sus amigos que considera que las declaraciones del presidente Taft le causaron la impresión de ser satisfactorias y amistosas. A Veracruz arribó un tercer barco de guerra, se trata del acorazado Georgia.[ 116 ]

Washington, 18 de febrero. Los 2 000 infantes de marina que ayer fueron enviados precipitadamente a Guantánamo en realidad tenían como punto de destino Veracruz. Los informes oficiales son ahora la única fuente de noticias en México; es por ello que llegan con gran retraso, a esto se debe que la situación actual sea desconocida. Una nota del embajador Wilson al editor del periódico Los Angeles Times considera como demasiado dudosa la situación para todos los extranjeros. De hecho no existe protección en contra de los criminales. Según un despacho de la Associated Press, Madero mandó apresar a De la Barra. La respuesta de Taft a Madero, que fue cuidadosamente redactada, no deja nada que desear sobre su claridad. El estilo moderado se logró sólo por una pequeña mayoría del gabinete, cuando menos tres de sus miembros se declararon a favor del envío de tropas y de la marcha hacia la ciudad de México para proteger las embajadas. Wilson está decidido a publicar un diario para extranjeros ya que todos los periódicos de México o están en manos del gobierno o han sido prohibidos. En ambas cámaras del Congreso mexicano se tomaron resoluciones, exigidas por Taft, en el sentido de dejar pasar la correspondencia sobre México, ya que únicamente unos cuantos saben lo que realmente sucede.[ 117 ]

Nueva York, 18 de febrero. De fuentes dignas de confianza se aclaró que ahora Madero desea, de buena voluntad, renunciar. Fuertes efectivos de tropas gubernamentales ya abandonaron la capital y se dirigieron a Cuernavaca.[ 118 ]

Nueva York, 18 de febrero. Desde México se informó que el fuego duró toda la noche y toda la mañana. En general dispararon mejor los rebeldes que los federales. Durante la noche fueron retiradas las tropas del gobierno de todos los puntos peligrosos. La salida de un fuerte destacamento de tropas federales de la capital ha sido vista como señal de que la situación del gobierno es muy débil y que probablemente hoy se llegará a algún tipo de acuerdo. Según una declaración del ministro del Exterior, Madero está de acuerdo, en principio, con el nombramiento de un presidente interino.[ 119 ]

Nueva York, 18 de febrero. El acorazado Connecticut, barco insignia de la flota del Atlántico del Norte, por órdenes urgentes de Washington, abandonó hoy el astillero de Brooklyn para dirigirse a Guantánamo.[ 120 ]

[ 49 ] El presente trabajo fue posible gracias a las facilidades que me brindaron las autoridades del antiguo Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (hoy Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social) para efectuar la búsqueda documental de julio a septiembre de 1974 en la Universitätsbibliotek de la ciudad de Düsseldorf (República Federal Alemana). En México, entre 1975 y 1976, trabajé el material en la sección de microfilmes de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México. A todas las personas e instituciones que me ayudaron les doy las más cumplidas gracias.

[ 50 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 167, el 13 de febrero de 1913.

[ 51 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 167, el 13 de febrero de 1913.

[ 52 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 167, el 13 de febrero de 1913.

[ 53 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 168, el 13 de febrero de 1913.

[ 54 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 168, el 13 de febrero de 1913.

[ 55 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 168, el 13 de febrero de 1913.

[ 56 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 169, el 13 de febrero de 1913.

[ 57 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 169, el 13 de febrero de 1913.

[ 58 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 169, el 13 de febrero de 1913.

[ 59 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 169, el 13 de febrero de 1913.

[ 60 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 169, el 13 de febrero de 1913.

[ 61 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 171, el 14 de febrero de 1913.

[ 62 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 171, el 14 de febrero de 1913.

[ 63 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 64 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 65 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 66 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 67 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 68 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172 del K. Z., el 14 de febrero de 1913.

[ 69 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 70 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 71 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 172, el 14 de febrero de 1913.

[ 72 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 173, el 14 de febrero de 1913.

[ 73 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 173, el 14 de febrero de 1913.

[ 74 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 173, el 14 de febrero de 1913.

[ 75 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 173, el 14 de febrero de 1913.

[ 76 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 173, el 14 de febrero de 1913.

[ 77 ] Publicado en la edición vespertina del Kölnische Zeitung, n. 174, el 14 de febrero de 1913.

[ 78 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 175, el 15 de febrero de 1918.

[ 79 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 175, el 15 de febrero de 1918.

[ 80 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 176, el 15 de febrero de 1913.

[ 81 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 176, el 15 de febrero de 1913.

[ 82 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 176, el 15 de febrero de 1913.

[ 83 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 176, el 15 de febrero de 1913.

[ 84 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 177, el 15 de febrero de 1913.

[ 85 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 177, el 15 de febrero de 1913.

[ 86 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 177, el 15 de febrero de 1913.

[ 87 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 177, el 15 de febrero de 1913.

[ 88 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 177, el 15 de febrero de 1913.

[ 89 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 177, el 15 de febrero de 1913.

[ 90 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 181, el 16 de febrero de 1913.

[ 91 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 181, el 16 de febrero de 1913.

[ 92 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 181, el 16 de febrero de 1913.

[ 93 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 181, el 16 de febrero de 1913.

[ 94 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 183, el 16 de febrero de 1913.

[ 95 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 183, el 16 de febrero de 1913.

[ 96 ] Publicado en la edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 184, el 17 de febrero de 1913.

[ 97 ] Publicado en la edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 184, el 17 de febrero de 1913.

[ 98 ] Publicado en la edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 184, el 17 de febrero de 1913.

[ 99 ] Publicado en la edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 184, el 17 de febrero de 1913.

[ 100 ] Publicado en la edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 184, el 17 de febrero de 1913.

[ 101 ] Publicado en la edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 184, el 17 de febrero de 1913.

[ 102 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 185, el 17 de febrero de 1913.

[ 103 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 185, el 17 de febrero de 1913.

[ 104 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 185, el 17 de febrero de 1913.

[ 105 ] Publicado en la edición vespertina del Kölnische Zeitung, n. 186, el 17 de febrero de 1913.

[ 106 ] Publicado en la edición vespertina del Kölnische Zeitung, n. 186, el 17 de febrero de 1913.

[ 107 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 187, el 18 de febrero de 1913.

[ 108 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 187, el 18 de febrero de 1913.

[ 109 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 187, el 18 de febrero de 1913.

[ 110 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 187, el 18 de febrero de 1913.

[ 111 ] Publicado en la primera edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 187, el 18 de febrero de 1913.

[ 112 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 189, el 18 de febrero de 1913.

[ 113 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 189, el 18 de febrero de 1913.

[ 114 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 189, el 18 de febrero de 1913.

[ 115 ] Publicado en la edición del medio día del Kölnische Zeitung, n. 190, el 18 de febrero de 1913.

[ 116 ] Publicado en la edición vespertina del Kölnische Zeitung, n. 191, el 18 de febrero de 1913.

[ 117 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 193, el 19 de febrero de 1913.

[ 118 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 193, el 19 de febrero de 1913.

[ 119 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 193, el 19 de febrero de 1913.

[ 120 ] Publicado en la segunda edición matutina del Kölnische Zeitung, n. 193, el 19 de febrero de 1913.

Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, Álvaro Matute (editor), México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, v. 9, 1983, p. 301-342.

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